Ciudad inteligente e Internet de las cosas: conectando digitalmente entornos urbanos

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Ciudad inteligente e Internet de las cosas: conectando digitalmente entornos urbanos

Ciudad inteligente e Internet de las cosas: conectando digitalmente entornos urbanos

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La incorporación de sensores y dispositivos que utilizan sistemas de computación en la nube en los servicios e infraestructuras municipales ha abierto un sinfín de posibilidades, que van desde el control en tiempo real de la electricidad y los semáforos hasta la mejora de los tiempos de respuesta ante emergencias.
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      Previsión Quantumrun
    • 13 de Julio de 2022

    Resumen de información

    Las ciudades están evolucionando rápidamente hacia centros urbanos inteligentes, utilizando tecnologías de Internet de las cosas (IoT) para mejorar los servicios públicos y la infraestructura. Estos avances conducen a una mejor calidad de vida, una mayor sostenibilidad ambiental y nuevas oportunidades económicas. Este cambio también trae consigo desafíos en materia de privacidad de datos y demandas de nuevas habilidades en tecnología y ciberseguridad.

    El contexto de la ciudad inteligente y el Internet de las cosas

    Desde 1950, la cantidad de personas que viven en ciudades se ha multiplicado por seis, de 751 millones a más de 4 mil millones en 2018. Se espera que las ciudades agreguen otros 2.5 mil millones de habitantes entre 2020 y 2050, lo que representa un desafío administrativo para los gobiernos de las ciudades.

    A medida que más personas migran a las ciudades, los departamentos municipales de planificación urbana se ven sometidos a una mayor presión para brindar servicios públicos confiables y de alta calidad de manera sostenible. Como resultado, muchas ciudades están considerando inversiones en ciudades inteligentes en redes de administración y seguimiento digital modernizadas para ayudarlas a administrar sus recursos y servicios. Entre las tecnologías que habilitan estas redes se encuentran los dispositivos conectados al Internet de las Cosas (IoT). 

    El IoT es una colección de dispositivos informáticos, máquinas mecánicas y digitales, objetos, animales o personas equipados con identificadores únicos y la capacidad de transferir datos a través de una red integrada sin necesidad de interacción de persona a computadora o de persona a persona. En el contexto de las ciudades, los dispositivos IoT, como medidores vinculados, alumbrado público y sensores, se utilizan para recopilar y analizar datos, que luego se utilizan para mejorar la administración de los servicios públicos y la infraestructura. 

    Se dice que Europa es la precursora mundial en el desarrollo urbano innovador. Según el IMD Smart City Index 2023, ocho de las 10 principales ciudades inteligentes del mundo se encuentran en Europa, y Zúrich ocupa el primer puesto. El índice utiliza el Índice de Desarrollo Humano (IDH), una métrica compuesta que incorpora la esperanza de vida, los niveles de educación y el ingreso per cápita para evaluar el desarrollo general de un país. 

    Impacto disruptivo

    La integración de tecnologías de IoT en áreas urbanas está dando lugar a aplicaciones innovadoras que mejoran directamente la calidad de vida de los residentes de las ciudades. En China, los sensores de calidad del aire de IoT ofrecen un ejemplo práctico. Estos sensores monitorean los niveles de contaminación del aire y envían alertas a los residentes a través de notificaciones en teléfonos inteligentes cuando la calidad del aire cae a niveles dañinos. Esta información en tiempo real permite a las personas minimizar su exposición al aire contaminado, reduciendo potencialmente la incidencia de enfermedades e infecciones respiratorias.

    Las redes eléctricas inteligentes representan otra aplicación importante de la IoT en la gestión urbana. Estas redes permiten a los proveedores de electricidad gestionar de manera más eficiente la distribución de energía, lo que lleva a costos operativos reducidos y una mayor efectividad operativa. El impacto ambiental también es notable; Al optimizar el uso de la electricidad, las ciudades pueden reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, en particular las que provienen de las centrales eléctricas basadas en combustibles fósiles. Además, algunas ciudades están implementando sistemas residenciales de almacenamiento de energía y paneles solares que se conectan a la red inteligente, aliviando la tensión de la red durante los períodos de máxima demanda y permitiendo a los propietarios almacenar energía para su uso posterior o vender el excedente de energía solar a la red.

    Los propietarios de viviendas que participan en programas de almacenamiento de energía y paneles solares pueden disfrutar de un doble beneficio: contribuyen a un sistema energético más sostenible y al mismo tiempo generan ingresos pasivos. Estos ingresos pueden reforzar su estabilidad financiera, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Para las empresas, la adopción de redes inteligentes se traduce en costos de energía más predecibles y potencialmente más bajos, lo que puede mejorar sus resultados. Los gobiernos también se benefician, ya que estas tecnologías fomentan ciudades más sostenibles, reducen los costos de atención médica asociados con enfermedades relacionadas con la contaminación y promueven la independencia energética.

    Implicaciones de las ciudades que aprovechan los sistemas IoT de ciudades inteligentes

    Las implicaciones más amplias de que más administraciones municipales aprovechen la tecnología IoT pueden incluir:

    • Un cambio en los estilos de vida urbanos hacia una mayor conciencia ambiental, impulsado por datos en tiempo real sobre las condiciones ecológicas locales y las huellas de carbono individuales.
    • Un aumento en la adopción de fuentes de energía renovables por parte de los propietarios de viviendas, estimulado por los incentivos financieros de vender el exceso de energía solar a la red.
    • La creación de nuevas oportunidades de mercado en los sectores de IoT y energías renovables, lo que conducirá al crecimiento del empleo y la diversificación económica en estas industrias.
    • Los gobiernos locales adoptan prácticas más transparentes y responsables en respuesta a la mayor disponibilidad de datos urbanos y plataformas de participación ciudadana.
    • Un cambio en la planificación urbana hacia enfoques más basados ​​en datos, mejorando la eficiencia en el transporte público, la gestión de residuos y la distribución de energía.
    • Mayor participación cívica y compromiso comunitario, a medida que los residentes obtienen un acceso más fácil a la información y los servicios, y más oportunidades para influir en la toma de decisiones locales.
    • Mayor demanda de expertos en ciberseguridad y profesionales de la privacidad de datos, a medida que los municipios luchan por proteger las grandes cantidades de datos generados por las tecnologías de ciudades inteligentes.
    • Una reducción gradual de la expansión urbana, a medida que los sistemas energéticos y de transporte público eficientes hagan que la vida en el centro de la ciudad sea más atractiva y sostenible.

    Preguntas a considerar

    • ¿Permitiría que el gobierno de una ciudad tuviera acceso a sus datos de viaje si estos datos de viaje se utilizan como parte de los esfuerzos de optimización del tráfico?
    • ¿Cree que los modelos de IoT de ciudades inteligentes se pueden escalar a un nivel en el que la mayoría de las ciudades y pueblos puedan obtener sus diversos beneficios? 
    • ¿Cuáles son los riesgos de privacidad asociados con una ciudad que aprovecha las tecnologías de IoT?