Crecimiento de la propaganda gubernamental: el aumento del lavado de cerebro virtual patrocinado por el estado

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Crecimiento de la propaganda gubernamental: el aumento del lavado de cerebro virtual patrocinado por el estado

Crecimiento de la propaganda gubernamental: el aumento del lavado de cerebro virtual patrocinado por el estado

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Los gobiernos globales están utilizando la manipulación de las redes sociales para promover sus ideologías, empleando bots de redes sociales y granjas de trolls.
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      Previsión Quantumrun
    • 12 de diciembre de 2022

    Resumen de información

    El aumento mundial de la propaganda respaldada por los gobiernos ha transformado drásticamente el panorama digital, y las redes sociales se han convertido en un campo de batalla para las campañas de desinformación. Los gobiernos emplean cada vez más técnicas sofisticadas, como personajes generados por IA y videos deepfake, lo que dificulta que las plataformas y los usuarios distingan la verdad de la ficción. Esta creciente tendencia no sólo afecta a la opinión pública y las elecciones, sino que también tensa las relaciones internacionales y obliga a tomar medidas legislativas para gestionar la integridad del contenido digital.

    Contexto de crecimiento de la propaganda gubernamental

    Según el Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, las campañas de propaganda patrocinadas por el estado ocurrieron en 28 países en 2017 y aumentaron a 81 países en 2020. La propaganda se ha convertido en una herramienta integral para muchos gobiernos y movimientos políticos. Se utiliza para difamar la reputación de los oponentes, moldear la opinión pública, silenciar a la oposición e interferir en los asuntos exteriores. En 2015, pocos países utilizaron bots de redes sociales y otras tecnologías para realizar las llamadas campañas de propaganda computacional. Sin embargo, desde 2016, la propaganda en las redes sociales ha aumentado, sobre todo con la interferencia de Rusia en el referéndum del Brexit del Reino Unido y las elecciones estadounidenses. A partir de 2022, casi todas las elecciones van acompañadas de una campaña de desinformación hasta cierto punto; y muchos se llevan a cabo profesionalmente.

    Los investigadores de Oxford enfatizaron que los gobiernos y los partidos políticos han invertido millones en el desarrollo de "tropas cibernéticas" para ahogar las voces de la competencia en las redes sociales. Los grupos de voluntarios, las organizaciones juveniles y las organizaciones de la sociedad civil que apoyan las ideologías gubernamentales a menudo se incorporan a estas tropas cibernéticas para difundir información falsa. 

    Las plataformas de redes sociales como Facebook y Twitter han intentado vigilar sus plataformas y eliminar estas tropas cibernéticas. Entre enero de 2019 y noviembre de 2020, las plataformas eliminaron más de 317,000 XNUMX cuentas y páginas de cuentas de granjas de trolls. Sin embargo, los expertos creen que es demasiado tarde para eliminar estas cuentas falsas. Los gobiernos se han vuelto cada vez más sofisticados en sus campañas, invirtiendo en personas en línea generadas por inteligencia artificial (IA) y contenido falso.

    Impacto disruptivo

    Durante las elecciones nacionales filipinas de 2016, el eventual ganador Rodrigo Duterte utilizó Facebook para llegar a los votantes milenials y fomentar el “trolling patriótico”. Duterte, conocido por su método de administración de “mano dura”, había sido acusado de violaciones de derechos humanos en su “guerra contra las drogas” por organizaciones de derechos civiles, incluido el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Sin embargo, esta notoria reputación sólo alimentó su campaña electoral, que se concentró principalmente en Facebook, la plataforma utilizada por aproximadamente el 97 por ciento de los filipinos.

    Contrató estrategas para que le ayudaran a formar un ejército mundial de personalidades y blogueros. A su gran número de seguidores (a menudo crueles y combativos) se les conocía con frecuencia como los partidarios acérrimos de Duterte (DDS). Una vez elegido, Duterte procedió a convertir a Facebook en un arma, derribando reputaciones y encarcelando a sus críticos, entre ellos la periodista ganadora del Premio Nobel Maria Ressa y la senadora de la oposición Leila De Lima. El uso que hace Duterte de las redes sociales para promover la propaganda de su administración y justificar las violaciones generalizadas de derechos humanos bajo su liderazgo es sólo un ejemplo de cómo los gobiernos pueden utilizar todos los recursos disponibles para influir en la opinión pública. 

    En 2020, investigadores de la Universidad de Oxford registraron que 48 países se asociaron con empresas privadas de consultoría y marketing para emprender campañas de desinformación. Estas campañas fueron costosas, con casi 60 mil millones de dólares en contratos. A pesar de los esfuerzos de Facebook y otros sitios de redes sociales para controlar los ataques de trolls a las granjas, los gobiernos generalmente tienen la ventaja. En enero de 2021, cuando Facebook eliminó cuentas con vínculos sospechosos con la campaña de reelección del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, Museveni hizo que los proveedores de servicios de Internet bloquearan todo acceso a plataformas de redes sociales y aplicaciones de mensajería.

    Implicaciones del crecimiento de la propaganda gubernamental

    Las implicaciones más amplias del crecimiento de la propaganda del gobierno pueden incluir: 

    • El uso cada vez mayor de videos falsos que publican actividades "escandalosas" supuestamente realizadas por políticos.
    • Las plataformas de redes sociales invierten mucho en la eliminación de bots y en la creación de algoritmos para identificar cuentas falsas. Algunas plataformas pueden eventualmente verse obligadas a adoptar políticas de autenticación de identidad para todos sus usuarios.
    • Los estados autoritarios prohíben las plataformas de redes sociales que intentan detener sus campañas de propaganda y reemplazan estas aplicaciones con aplicaciones censuradas. Esta medida puede conducir a una mayor alienación y adoctrinamiento de sus respectivos ciudadanos.
    • Las personas ya no podrán identificar qué fuentes son legítimas porque las campañas de propaganda se volverán más sofisticadas y creíbles.
    • Los países continúan utilizando las redes sociales como armas para acusar a los opositores, hacer que los despidan o encarcelarlos.
    • Naciones que invierten en estrategias de contrapropaganda, con el objetivo de salvaguardar la seguridad nacional y la opinión pública de campañas de influencia extranjera.
    • Órganos legislativos que promulgan regulaciones más estrictas sobre contenido digital, esforzándose por equilibrar la libertad de expresión con la necesidad de frenar la propaganda engañosa.
    • Las tensiones diplomáticas aumentan a medida que los países se acusan entre sí de difundir información falsa, lo que afecta las relaciones internacionales y los acuerdos comerciales.

    Preguntas a considerar

    • Si su país ha experimentado una campaña de propaganda patrocinada por el gobierno, ¿cuál fue el resultado?
    • ¿Cómo te proteges de las campañas de propaganda patrocinadas por el estado?

    Referencias de información

    Se hizo referencia a los siguientes enlaces populares e institucionales para esta perspectiva: