Cibercondria: La peligrosa enfermedad del autodiagnóstico online

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Cibercondria: La peligrosa enfermedad del autodiagnóstico online

Cibercondria: La peligrosa enfermedad del autodiagnóstico online

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La sociedad actual cargada de información ha llevado a que un número cada vez mayor de personas queden atrapadas en un ciclo de problemas de salud autodiagnosticados.
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      Previsión Quantumrun
    • Sábado, Junio 6, 2022

    Resumen de información

    El fenómeno de la cibercondría, en el que los individuos buscan obsesivamente en línea información relacionada con la salud, refleja los rituales repetitivos para aliviar la ansiedad que se observan en el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Si bien no es un trastorno mental oficialmente reconocido, tiene importantes implicaciones sociales, incluido el aislamiento potencial y las relaciones personales tensas. Están surgiendo varias estrategias para combatir este problema, incluida la terapia cognitivo-conductual para las personas afectadas y el desarrollo de tecnología para monitorear y alertar a los usuarios sobre sus patrones de búsqueda.

    Contexto de cibercondria

    No es raro que una persona realice investigaciones adicionales sobre un problema médico sospechoso, ya sea un resfriado, un sarpullido, dolor de estómago o alguna otra dolencia. Sin embargo, ¿qué sucede cuando la búsqueda de información diagnóstica y de salud se convierte en una adicción? Esta tendencia puede conducir a la cibercondría, una combinación de “ciberespacio” e “hipocondría”, siendo la hipocondría un trastorno de ansiedad por enfermedad.

    La cibercondría es un trastorno mental basado en la tecnología en el que una persona pasa horas investigando síntomas de enfermedades en línea. Los psicólogos descubrieron que la motivación principal detrás de esa búsqueda obsesiva en Google es la seguridad en uno mismo, pero en lugar de que una persona se sienta segura, se vuelve cada vez más ansiosa. Cuanto más intenta un cibercondríaco encontrar información en línea para asegurarse de que su enfermedad es menor, más se adentra en ciclos de mayor ansiedad y estrés.

    Se supone que los cibercondríacos también tienden a llegar a la peor conclusión posible, lo que profundiza aún más los sentimientos de ansiedad y estrés. Los médicos creen que la causa principal de la enfermedad es una alteración del proceso metacognitivo. La metacognición es el proceso de pensar sobre cómo una persona piensa y aprende. En lugar de planificar resultados buenos o deseados mediante el pensamiento lógico, un cibercondríaco cae en una trampa mental de escenarios que empeoran.

    Impacto disruptivo

    Si bien la Asociación Estadounidense de Psiquiatría no reconoce oficialmente la cibercondría como un trastorno mental, comparte similitudes notables con el TOC. Las personas que luchan contra la cibercondría pueden encontrarse investigando incesantemente síntomas y enfermedades en línea, hasta el punto de dificultar su capacidad para participar en actividades fuera de línea. Este comportamiento refleja las tareas o rituales repetitivos que realizan las personas con TOC para aliviar la ansiedad. La implicación social aquí es significativa; los individuos pueden aislarse cada vez más y sus relaciones personales pueden verse afectadas. 

    Afortunadamente, existen vías de asistencia disponibles para quienes padecen cibercondría, incluida la terapia cognitivo-conductual. Este enfoque ayuda a las personas a examinar la evidencia que les llevó a creer que padecen una afección grave, desviando su atención de la enfermedad percibida y centrándose en el manejo de sus sentimientos de preocupación e inquietud. A mayor escala, las empresas de tecnología tienen un papel que desempeñar en la mitigación de los efectos de la cibercondría. Por ejemplo, Google anima a los usuarios a tratar la información en línea como una referencia, no como un sustituto del consejo médico profesional. Además, las empresas de tecnología pueden desarrollar algoritmos para monitorear la frecuencia de las búsquedas relacionadas con la medicina de un usuario y, al alcanzar un cierto umbral, notificarles sobre el potencial de cibercondría.

    Los gobiernos y las organizaciones también pueden tomar medidas proactivas para frenar el aumento de la cibercondría. Pueden resultar beneficiosas las campañas educativas que enfaticen la importancia de consultar con profesionales de la salud para obtener asesoramiento médico, en lugar de depender únicamente de la información en línea. Además, fomentar un enfoque equilibrado de la investigación sanitaria en línea, que incluya la verificación de información de fuentes acreditadas, puede ser una estrategia vital para combatir la desinformación y el pánico indebido. 

    Implicaciones para la cibercondria 

    Las implicaciones más amplias de las personas que padecen cibercondría pueden incluir:

    • Un aumento en las consultas en línea las 24 horas del día, los 7 días de la semana ofrecidas por médicos a tarifas reducidas, con el objetivo de reducir la dependencia de los motores de búsqueda para obtener información y diagnósticos de atención médica.
    • Los gobiernos están iniciando más investigaciones sobre la cibercondría y sus posibles tratamientos, particularmente a medida que crece el número de sitios web relacionados con la salud.
    • Los organismos reguladores exigen exenciones de responsabilidad explícitas en los motores de búsqueda y sitios web de atención médica, instando a los usuarios a buscar asesoramiento médico profesional, lo que podría inculcar un enfoque más crítico a la información en línea y potencialmente reducir los casos de autodiagnóstico basado en información no verificada.
    • El surgimiento de programas educativos en las escuelas que se centran en el uso responsable de Internet para investigaciones relacionadas con la salud, fomentando una generación experta en distinguir entre fuentes creíbles y desinformación.
    • El desarrollo de nuevos modelos de negocio para empresas de tecnología, centrados en monitorear y alertar a los usuarios sobre posibles tendencias cibercondríacas, lo que podría abrir un nuevo mercado para herramientas y servicios de salud digitales.
    • Un aumento de funciones como las de educadores y consultores de salud en línea, que guían a las personas en la navegación por la información de salud en línea.
    • El aumento de los programas de extensión comunitaria que tienen como objetivo educar a las personas mayores y otros grupos demográficos que pueden ser más susceptibles a la cibercondría.
    • Un aumento en la huella ambiental del sector de la salud, ya que las consultas en línea las 24 horas del día, los 7 días de la semana, podrían provocar un aumento en el uso de dispositivos electrónicos y el consumo de energía.
    • Los debates y políticas políticas se centraron en las consideraciones éticas de monitorear los historiales de búsqueda de las personas para prevenir la cibercondría, lo que podría generar preocupaciones con respecto a la privacidad y el grado en que las empresas de tecnología pueden intervenir en los hábitos de navegación de los usuarios.

    Preguntas a considerar

    • ¿Alguna vez ha sido culpable de convertirse temporalmente en cibercondríaco durante una enfermedad pasada?
    • ¿Cree que la pandemia de COVID-19 ha contribuido o empeorado la aparición de cibercondría en los internautas? 

    Referencias de información

    Se hizo referencia a los siguientes enlaces populares e institucionales para esta perspectiva: