Las “granjas humanas” harán obsoletas las pruebas con animales para 2020

El término “granjas humanas” parece un poco el título de una película de terror de bajo presupuesto, pero en realidad estas “granjas” pueden revolucionar la forma en que se llevan a cabo las investigaciones científicas y médicas en tan sólo unos años.

Las pruebas con animales, tanto en el ámbito científico como en el empresarial, han sido durante mucho tiempo una práctica controvertida pero común. Según PETA, cada año se matan más de 100 millones de animales en Estados Unidos “para recibir lecciones de biología, formación médica, experimentación impulsada por la curiosidad y pruebas de productos químicos, fármacos, alimentos y cosméticos”.

Sin embargo, con el desarrollo de las “granjas humanas”, el uso de animales puede volverse obsoleto. Una “granja humana” no constituye un crecimiento literal de los seres humanos. En cambio, estas granjas se refieren al uso de tejido humano preexistente para crear diferentes órganos en el cuerpo humano. Al crear estos diferentes órganos, los científicos han podido crear sistemas de órganos que actúan y responden a las pruebas como lo harían los órganos humanos normales. 

Estos sistemas de órganos permiten realizar pruebas sin dañar a animales o humanos reales. Además, los resultados de las pruebas con animales no siempre se correlacionan con cómo se manifestará una enfermedad o fármaco en los humanos. El uso de estas "granjas humanas" podría generar resultados más precisos y útiles en lo que respecta a la experimentación.

Algunos de estos sistemas de órganos ya se están utilizando para ciertos tipos de pruebas, como los sistemas de cinco órganos para estudiar el asma.