Tecnología ferroviaria renovable para reducir radicalmente las emisiones holandesas

Los holandeses están tomando el futuro de la reducción de emisiones en sus propias manos.

En un movimiento sin precedentes, 886 ciudadanos holandeses han exigido a su propio gobierno que cumpla objetivos de emisiones más ambiciosos. Urgenda (“Agenda Urgente”), como parte del Instituto Holandés de Investigación para las Transiciones de la Universidad Erasmus, abogó en nombre de estos ciudadanos ante el tribunal. Por su cuenta, el gobierno holandés había establecido objetivos de reducción de emisiones en un 17 por ciento para 2020. Sin embargo, Urgenda argumentó que estos objetivos no alcanzan la responsabilidad ética que el gobierno holandés tenía con sus ciudadanos y el medio ambiente como organismo contribuyente a cambio climático.

“Las emisiones holandesas que forman parte de los niveles de emisión globales son excesivas”, decía el proceso judicial a favor de la posición de Urgenda. Urgenda afirmó que el estado holandés tenía "responsabilidad sistémica por el nivel total de emisiones de gases de efecto invernadero de los Países Bajos". A la luz de esto, el tribunal determinó que el estado holandés debe legislar objetivos de emisión "para que este volumen se haya reducido... 25 por ciento a fines de 2020 en comparación con el nivel del año 1990".

Los sistemas ferroviarios como primer paso

Ahora se ha comenzado a trabajar para alcanzar este ambicioso objetivo, con el primer proyecto vertiginoso fue la transición de todo el sistema ferroviario holandés de los combustibles fósiles. El sistema holandés ProRail cubre 2,900 kilómetros de vía y consume 1.4 teravatios hora de energía al año. Actualmente, la mitad de este requerimiento de energía ya está siendo cubierto por la generación eólica.

En un contrato que entrará en vigor en 2018, el sistema ferroviario se volverá 100 por ciento dependiente de la energía renovable generada por parques eólicos marinos y terrestres. Los proveedores de energía VIVENS y Eneco firmaron el contrato histórico con los proveedores ferroviarios Netherlands Railways, Arriva, Connexxion, Veolia y algunas empresas de transporte de mercancías por ferrocarril. Según Michel Kerkhof, director de cuentas de Eneco, la movilidad representa “el 20 % de las emisiones de CO2 en los Países Bajos” y, por ello, la industria sentará un precedente cuando esas emisiones lleguen a cero.

Este objetivo de energía 100 por ciento renovable del sistema ferroviario holandés se inspiró en el llamado del gobierno para objetivos de emisiones radicales, aunque no recibió ningún subsidio. “Es el resultado de un procedimiento de licitación europeo entre partes del mercado”, dijo Kerkhof. La esperanza es que el cumplimiento de estos emocionantes objetivos y la creación de asociaciones sin precedentes impulsen a otras industrias y ciudadanos a hacer lo mismo.